miércoles, 11 de diciembre de 2013

Trastorno Obsesivo Compulsivo

Todos tenemos pequeñas obsesiones y  pensamientos, que consideramos normales y pueden ser parte de nuestra personalidad. Pero se convierten en un trastorno cuando nos causan ansiedad, interfieren en nuestra vida cotidiana, formando así el trastorno obsesivo compulsivo. Estas compulsiones  que acompañan a las obsesiones no son fáciles de resolver, pero si éste es tu caso, los expertos proponen algunas medidas básicas para ayudar a aliviarlas:

- Diferencia obsesión de preocupación.  Pregúntate: ¿me vienen a la mente ideas, pensamientos o imágenes fuera de control? ¿Se repiten a menudo? ¿Me crea un gran malestar pensar en ello? ¿Son ideas que no debería tener? ¿Hago algún esfuerzo, para así evitar las situaciones y eliminarlas? Si la respuesta a alguna de estas interrogantes es afirmativa, quizá tengas una obsesión.

- Limita tus pensamientos. No pases todo el día pensando en una idea obsesiva, proponte pensar en lo que te preocupa sólo durante un tiempo determinado, por ejemplo en la media hora que tienes libre en algún momento del día y nunca fuera de ese horario, esto te ayudará a seguir con tu vida normal.

- Desacelera la ansiedad. En vez de correr a ver si cerraste con llave o apagaste la luz, ve caminando despacio y podrás tener más control sobre tu preocupación.

- Habla con un profesional. Si tu obsesión es frecuente, eres incapaz de controlarla y te produce malestar, consulta a un psicólogo o psiquiatra.



Una y otra vez

 El trastorno obsesivo compulsivo es muy frecuente, suele iniciarse desde la adolescencia y afecta igual a mujeres y hombres. Si no se trata, llega a invalidar la vida del que sufre éste, ocupando todo su tiempo y sofocando a las personas a su alrededor.

Los que padecen ésta enfermedad, la ocultan durante años, creyendo que pueden controlarla, debido a la vergüenza o por miedo a estar enloqueciendo. Por eso evitan comentar el problema con sus seres cercanos o consultar al médico, hasta que ya no pueden disimular. La importancia de las obsesiones depende del grado en que afecte la vida cotidiana. Normalmente estas personas sienten la necesidad de que otra llene su vacío, por ende  tienen baja autoestima. Tienden a decir que tú eres el del problema, de manera que te siguen en tu vida, y sacan a relucir cosas de las que obviamente nada que ver: Me pasó con una chica en la red social Twitter. Ella aseguraba que yo le copiaba los tweets, las poses en sus fotos y demás. Incluso publicó unas imágenes de mis tweets (teniendo yo la cuenta privada), y desde ese instante he dejado mi cuenta en Twitter privada.

Tratamiento:
Algunos eventos que pueden hacer a la persona vulnerable a padecer este trastorno son la muerte de un ser querido, los problemas con la pareja o el sexo, las tensiones en el trabajo, haber tenido una educación restrictiva y carecer de un buen entorno familiar y social. El principal tratamiento del trastorno son los antidepresivos junto con la psicoterapia, efectivos en siete de cada diez casos. El papel de la familia y los más cercanos es fundamental para convencer al obsesivo-compulsivo de que necesita ayuda, ya que éstos lo conocen bien y con frecuencia padecen las consecuencias de su enfermedad.